El uso de BIM en la fase de obra transforma la gestión de proyectos, proporcionando un control sin precedentes sobre cronogramas, costes y calidad. Este artículo explora cómo implementar un flujo de trabajo integral que comienza con la captura de la realidad y culmina en la visualización y análisis de datos mediante herramientas avanzadas como dashboards y realidad aumentada.
1. Captura de la realidad
La primera etapa en un flujo de trabajo BIM en obra es la captura precisa de las condiciones reales del proyecto. Esto se logra mediante herramientas como escáneres láser, cámaras y drones equipados con tecnologías LIDAR o fotogrametría. Estas herramientas permiten:
- Obtener nubes de puntos detalladas que representan la geometría existente del entorno.
- Registrar condiciones reales de obra de manera rápida y precisa, incluso en ubicaciones de difícil acceso.
- Generar una base de datos visual y medible que alimenta el modelo BIM.

2. Scan-to-BIM
Una vez capturada la nube de puntos, el siguiente paso es procesar esta información para integrarla en un modelo BIM. Este proceso de Scan-to-BIM permite:
- Convertir las nubes de puntos en componentes BIM como muros, columnas, instalaciones MEP, entre otros.
- Garantizar que el modelo digital refleje con exactitud las condiciones reales de obra, facilitando la toma de decisiones basadas en datos fiables.
- Detectar discrepancias entre el diseño inicial y la ejecución real, permitiendo correcciones en tiempo real.
- Alimentar los parámetros del modelo BIM conforme nuestros estándares.

3. Extracción y análisis de datos
El modelo BIM no es solo una representación 3D, es una base de datos viva que contiene información valiosa sobre materiales, cantidades, costes y cronogramas. En esta etapa:
- Se extraen mediciones automáticas y datos relevantes para generar certificaciones y reportes precisos.
- Se realizan análisis de avance comparando el estado actual con el planificado.
- Se detectan interferencias o desviaciones en tiempo real, minimizando riesgos y sobrecostes.
4. Compartir y analizar datos con herramientas avanzadas
La colaboración efectiva es esencial en la fase de obra. BIM facilita este proceso al integrar herramientas que permiten compartir y analizar información de manera centralizada:
- Dashboards interactivos: Visualizan el progreso de obra, indicadores clave de rendimiento (KPI) y desviaciones en tiempo real, permitiendo una toma de decisiones informada.
- Modelos BIM compartidos: Todos los equipos acceden al mismo modelo actualizado, eliminando silos de información y fomentando la transparencia.
- Herramientas de IA: Las herramientas de inteligencia artificial juegan un rol crucial en la fase de obra al potenciar el análisis y la gestión de datos. Estas tecnologías permiten:
- Predicción de desviaciones: Analizan patrones históricos y datos en tiempo real para anticipar problemas en cronogramas o presupuestos.
- Automatización de procesos: Optimizan tareas repetitivas como validaciones de modelos o generación de reportes.
- Consulta de datos con lenguaje natural: Simplifican el acceso a la información con uso de lenguaje natural.
- Realidad aumentada (AR): Superpone información digital del modelo BIM sobre la obra física, mejorando la precisión en la ejecución y facilitando inspecciones técnicas.

Conclusión
El uso de BIM en la fase de obra no es una opción, es un estándar para proyectos que buscan la excelencia en ejecución. Desde la captura de la realidad hasta el análisis avanzado con dashboards y realidad aumentada, este enfoque integral transforma la manera en que gestionamos construcción, garantizando proyectos más eficientes, precisos y colaborativos.